las casas son mañosas
como las personas,
como las mascotas
reclaman atención
mimos
esfuerzo
y uno se encariña con ellas
como con los libros,
como con los sueños
(incluso como se encariña
con su propia tristeza)
y echa raíces
se siente seguro
(un poco oprimido, un poco asfixiado)
protegido
(como en brazos)
"linda casita mía"
"qué lindo llegar a casa"
y se entrega
lentamente
y acogido
a esa sensación
de cajón
de siempre nicho
No hay comentarios:
Publicar un comentario