31.3.12
espera
aparente orden mental:
cómo escribir el diccionario de la RAE fumado,
descubrimientos evidentes,
grandes teorías mal explicadas
29.3.12
esencia animal
Los seres humanos somos animalitos sobreadaptados
aparente orden mental:
aburridos y en sus casas no se animan ni a cantar,
grandes teorías mal explicadas
el miedo es nuestro peor enemigo
Los miedos nos convierten en monstruos atemorizantes.
Solos y atemorizantes.
atemorizantes y solos.
Qué es peor, ser temido o ser amado? preguntaba Maquiavelo hace unos siglos atrás.
Solos y atemorizantes.
atemorizantes y solos.
Qué es peor, ser temido o ser amado? preguntaba Maquiavelo hace unos siglos atrás.
aparente orden mental:
descubrimientos evidentes,
postales de la locura
22.3.12
momento!
La vida tiene sus altibajos, pero nadie puede dudar que es muy emocionante palpitar en esta tierra.
aparente orden mental:
celebración del viento,
descubrimientos evidentes,
todos lo pensamos
18.3.12
autodestrucción
hacia abajo,
otra vez hacia abajo
no en picada, sino espiraleando
hacia centro de la tierra
buscando el calor,
hundiendo los dedos,
los ojos, el alma
en el centro de la tierra.
quemándome viva
en la hoguera inquisidora de mí misma
sufriendo y disfrutando
en un goce perverso
los males que me aquejan
los horrores que creo
bailando en el titanic
con una escoba
creyendo que todos me miran
sonriendo a la nada
sin un salvavidas
escribiendo para evadirme
o encontrarme perdida
en una autopista
-vorágine maliciosa
de esta mente enloquecida-
esperando la otra vida
vencida y sin palabras
sin esperanza
sin los límites acogedores
de mis creencias
hacia abajo,
otra vez hacia abajo
buscando un sendero
que me lleve donde quiero
hundiéndome entre flores
con los ojos en el cielo
otra vez hacia abajo
no en picada, sino espiraleando
hacia centro de la tierra
buscando el calor,
hundiendo los dedos,
los ojos, el alma
en el centro de la tierra.
quemándome viva
en la hoguera inquisidora de mí misma
sufriendo y disfrutando
en un goce perverso
los males que me aquejan
los horrores que creo
bailando en el titanic
con una escoba
creyendo que todos me miran
sonriendo a la nada
sin un salvavidas
escribiendo para evadirme
o encontrarme perdida
en una autopista
-vorágine maliciosa
de esta mente enloquecida-
esperando la otra vida
vencida y sin palabras
sin esperanza
sin los límites acogedores
de mis creencias
hacia abajo,
otra vez hacia abajo
buscando un sendero
que me lleve donde quiero
hundiéndome entre flores
con los ojos en el cielo
aparente orden mental:
inquietantes,
postales de la locura,
silencios
12.3.12
Vanidad de vanidades, todo es vanidad
"porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia, y quien añade ciencia añade dolor"
Qué bajón, porque la búsqueda de respuestas no es algo que se elija, es algo que se necesita.
Sí, la Biblia con mayúsculas tiene sabiduría además de un listado de reglas morales anacrónicas y contradictorias. Pero tiene esas mayúsculas que me molestan y a las que posiblemente también temo en algún oscuro rincón de mis olvidados aprendizajes de infancia.
Igual que Dios. Si Dios, o dios, o Dioses o Diosa o diosas (odiosas)...
Y bueno, ahí estamos, en la Investigación, que mi amigo Nicor sin dudas ni resquemores nombró con esa I grande, Inmensa, Imaginativa, Imprescindible, Inevitable.
Qué porcentaje del ser humano es vanidad, qué porcentaje es miedo, qué porcentaje es desesperación, qué porcentaje es espera, qué porcentaje es necesidad... etc. pero etcéteras no infinitos.
Hacia dónde escapo y de dónde escapo. Qué es realmente escapar y qué tan posible.
Muchas preguntas.
Yo siento que las preguntas me carcomen, me corroen, me oxidan si no las escupo desesperadamente aunque esperando ansiosa una respuesta. Y que cuando hay una respuesta aparece la duda o la insatisfacción o la incomodidad y entonces la pregunta permanece inquieta, pincha, empuja, muerde, pellizca, porque le tiene miedo a la muerte.
Y siento también que la muerte no se va, permanece sedentaria, quietita, porque su acto único necesita esa energía contenida que es la paciencia.
Entonces tal vez se trate de la misma lucha eterna entre la vida y su opuesto, entre los opuestos antiguos, inmutables y eternos que toman formas diferentes en cada miserable y efímero ser que los encarna: el día y la noche, el fuego y el tiempo, el amor y el miedo. La entrega y el ego.
Y nosotros no seamos nada, como dice el Predicador, ni nada nuestra vida, ni nada nuestras verdades, ni nada nuestros cielos.
¿Pero de qué me sirve saber eso?
Saludes, y buenos pasos por este jardín de los senderos que se bifurcan (solo que no sabemos cuándo, ni hacia dónde, ni con quiénes)
Eclesiastés 1:18
Qué bajón, porque la búsqueda de respuestas no es algo que se elija, es algo que se necesita.
Sí, la Biblia con mayúsculas tiene sabiduría además de un listado de reglas morales anacrónicas y contradictorias. Pero tiene esas mayúsculas que me molestan y a las que posiblemente también temo en algún oscuro rincón de mis olvidados aprendizajes de infancia.
Igual que Dios. Si Dios, o dios, o Dioses o Diosa o diosas (odiosas)...
Y bueno, ahí estamos, en la Investigación, que mi amigo Nicor sin dudas ni resquemores nombró con esa I grande, Inmensa, Imaginativa, Imprescindible, Inevitable.
Qué porcentaje del ser humano es vanidad, qué porcentaje es miedo, qué porcentaje es desesperación, qué porcentaje es espera, qué porcentaje es necesidad... etc. pero etcéteras no infinitos.
Hacia dónde escapo y de dónde escapo. Qué es realmente escapar y qué tan posible.
Muchas preguntas.
Yo siento que las preguntas me carcomen, me corroen, me oxidan si no las escupo desesperadamente aunque esperando ansiosa una respuesta. Y que cuando hay una respuesta aparece la duda o la insatisfacción o la incomodidad y entonces la pregunta permanece inquieta, pincha, empuja, muerde, pellizca, porque le tiene miedo a la muerte.
Y siento también que la muerte no se va, permanece sedentaria, quietita, porque su acto único necesita esa energía contenida que es la paciencia.
Entonces tal vez se trate de la misma lucha eterna entre la vida y su opuesto, entre los opuestos antiguos, inmutables y eternos que toman formas diferentes en cada miserable y efímero ser que los encarna: el día y la noche, el fuego y el tiempo, el amor y el miedo. La entrega y el ego.
Y nosotros no seamos nada, como dice el Predicador, ni nada nuestra vida, ni nada nuestras verdades, ni nada nuestros cielos.
¿Pero de qué me sirve saber eso?
Saludes, y buenos pasos por este jardín de los senderos que se bifurcan (solo que no sabemos cuándo, ni hacia dónde, ni con quiénes)
aparente orden mental:
celebración del viento,
lo qué?,
postales de la locura
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