Eclesiastés 1:18
Qué bajón, porque la búsqueda de respuestas no es algo que se elija, es algo que se necesita.
Sí, la Biblia con mayúsculas tiene sabiduría además de un listado de reglas morales anacrónicas y contradictorias. Pero tiene esas mayúsculas que me molestan y a las que posiblemente también temo en algún oscuro rincón de mis olvidados aprendizajes de infancia.
Igual que Dios. Si Dios, o dios, o Dioses o Diosa o diosas (odiosas)...
Y bueno, ahí estamos, en la Investigación, que mi amigo Nicor sin dudas ni resquemores nombró con esa I grande, Inmensa, Imaginativa, Imprescindible, Inevitable.
Qué porcentaje del ser humano es vanidad, qué porcentaje es miedo, qué porcentaje es desesperación, qué porcentaje es espera, qué porcentaje es necesidad... etc. pero etcéteras no infinitos.
Hacia dónde escapo y de dónde escapo. Qué es realmente escapar y qué tan posible.
Muchas preguntas.
Yo siento que las preguntas me carcomen, me corroen, me oxidan si no las escupo desesperadamente aunque esperando ansiosa una respuesta. Y que cuando hay una respuesta aparece la duda o la insatisfacción o la incomodidad y entonces la pregunta permanece inquieta, pincha, empuja, muerde, pellizca, porque le tiene miedo a la muerte.
Y siento también que la muerte no se va, permanece sedentaria, quietita, porque su acto único necesita esa energía contenida que es la paciencia.
Entonces tal vez se trate de la misma lucha eterna entre la vida y su opuesto, entre los opuestos antiguos, inmutables y eternos que toman formas diferentes en cada miserable y efímero ser que los encarna: el día y la noche, el fuego y el tiempo, el amor y el miedo. La entrega y el ego.
Y nosotros no seamos nada, como dice el Predicador, ni nada nuestra vida, ni nada nuestras verdades, ni nada nuestros cielos.
¿Pero de qué me sirve saber eso?
Saludes, y buenos pasos por este jardín de los senderos que se bifurcan (solo que no sabemos cuándo, ni hacia dónde, ni con quiénes)
4 comentarios:
Yo quiero saber también!
Y pucha que duele.
NuMan: bienvenido sea, a los masoquistas nos gusta compartir el dolor.
Sabrina: hablando de vanidad...
La curiosidad mata al gato.
La confianza mata al hombre (y embaraza a la mujer)
Y la vanidad… ay, la vanidad…
que sería de los blogs sin la vanidad…
Gen71: es cierto, la vanidad es motivo de actos hermosamente humanos. Una mezcla de necesidad de expresión y necesidad de reconocimiento.
Saludes
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