una langosta en un desierto

31.12.09

uffffffffffffff!!!!!
... las fiestas...

14 comentarios:

Nauta Cousteau dijo...: ay ay ay; 31 de diciembre de 2009, 18:26
NuMaN dijo...: ajjj!!
(ptuaj!); 2 de enero de 2010, 15:28
Unknown dijo...: wasuwasol?; 4 de enero de 2010, 8:09
Oξitoξi dijo...: sertal sertal

y + sertal

para luego
http://www.youtube.com/watch?v=t1CIFSkhgEU; 4 de enero de 2010, 10:00
La Criatura dijo...: ...; 4 de enero de 2010, 11:39
Andreievna dijo...: Nauta: eso mismo digo (y suena a que duele, eh!!)

NUMAN: el sonido de los excesos? No me pasó, por suerte (no esta vez)

Patto: No, ni uvasal ni sol funcionan.

Oxitoxi: Si el problema fuera el hígado, o la resaca!!!

La Criatura: Si, entre puntos suspensivos, suspiros, y un lindo arbolito con bombitas molotov y una estrella roja en la punta.; 4 de enero de 2010, 11:57
Sheeba Baby dijo...: Desde que tengo familia política las fiestas ajjjjjjjjjjjjjjjjjjjj antes me fascinaban. Besos Andre, hermoso año para ti.; 8 de enero de 2010, 3:41
Nauta Cousteau dijo...: Donde estás andreievna?; 8 de enero de 2010, 8:52
solciss dijo...: qué suerte que pasaron otra vez. Sin dejar rastros, como siempre.

Saludos andre.; 9 de enero de 2010, 11:29
Andreievna dijo...: Sheeba: Próximo post: "ufff, la familia (política o no)"

Nauta: Estoy acá! adentro... de mí.

Solciss: Es cierto! tanto frenetismo con resultado intrascendente.

Bueno, igual, feliz año blogamigos; 9 de enero de 2010, 17:58
Lillí dijo...: Poné el disco Velvet Underground y Nico.; 12 de enero de 2010, 7:46
Franky dijo...: Ya te digo, recien ahora me levanto.; 12 de enero de 2010, 8:40
oktubre dijo...: Nota mental: aprender mas idiomas para tener variedades del chiste "feliza me muero..."; 15 de enero de 2010, 22:48
oktubre dijo...: Este comentario ha sido eliminado por el autor.; 15 de enero de 2010, 22:48

Lo que esperamos

Oliverio Girondo

Tardará, tardará.
Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de diamantes,
de caviar,
de remedios

Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la seña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad,
de bosta.

Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
-no cajas de caudales
ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.

Y entonces…¡Ah! ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas la instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía,
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.