maquinitas
pequeños duendes del sinsentido
del sinsabor
del sinvergûenza
Derrotados vanguardistas de las más grandes noblezas
Humillados porque alguna vez pecamos
porque alguna vez curtimos
porque también traicionamos
silenciados por terror a equivocarnos
y ¡ay!
que caiga sobre nosotros
el implacable tribuno de jueces insanos
Que baje de los tronos indignos
con su voz de esperma y látigo
que con expediente en mano
nos lea el libro de los esclavos
nos diga nuestros derechos
nos parta en mil pedazos
hasta que lloremos
hasta que golpeemos la tierra
hasta que mojemos los paños
porque después solo queda el exilio
de la más triste locura
-de los que lucharon en vano-