23.2.12

diálogos con mi propio monstruo

y qué puedo hacer
si la vida se me vuelve monótona
repetitiva
aún en sus locuras y extremidades

una triste cárcel de paredes decoradas
con el arte del encierro

un mecanismo lleno de cortesía


un tironeo formal y absurdo
entre las obligaciones que no se quieren ni se odian
a las que estamos acostumbrados
-satisfacción del deber cumplido-
por la palmada del amo en la cabeza
 

un tironeo absurdo y psicótico

entre esa vida de artilugios aceptados
y la vida no vivida
de deseos inmolados

múltiples
multiplicados

inquebrantables
nonatos

anudados a la matrix
uterina y cancerosa

resistiéndose al olvido
a la guerra por otros medios
a firmar ningún tratado

a morir bajo la pisada de la bota racional
bajo los pies humedecidos y blancos de la costumbre
bajo los pasos crujientes del miedo
de la soledad
del pánico

qué puedo hacer yo
pequeña
oscura
hendida

qué puedo hacer yo
viviente
cobarde
rendida

3 comentarios:

NuMaN dijo...

He aquí otra gran pregunta.
Vas muy rápido desde tu regreso, pequeña padawan.

gen71 dijo...

Mucho pueden los pequeños, los oscuros, los hendidos.

Mucho los vivientes, los rendidos.

Ahora los cobardes... esos si que están perdidos.

Aunque no para siempre.
Es solo cuestión de decisión.
No de tiempo.

Andrea dijo...

NuMan; no soy yo que va rápido, es la vida que se escapa

gen71: gracias. Gracias