4.7.08

Armando...



La valija abierta me mira y me insta a llenarla. Mañana temprano parto a Mendoza unos días. Esto es una despedida por unos días a esta especie de diario público que es el blog.

Debería empezar cada post diciendo "querido blog"

En fin. La palabra armando me recuerda una anécdota de mi niñez que parece reflejar ciertos rasgos de despiste que se mantendrían hasta la actualidad.

Cuando era chica, con el periódico venía un suplemento que se llamaba "Hurgando en la biblioteca", y se ilustraba con un ratoncito que sostenía un libro en sus pequeñas e inofensivas garras.

Yo veía el suplemento cada jueves (supongamos que venía los jueves), y pensaba que Hurgando era el ratoncito -que también podría haberse llamado Orlando o Armando-. Solo de grande me di cuenta, con gran desilusión, que había entrañado una amistad con un ratoncito de quien conocía su función (hurgar) y no su nombre (hurgando).

De todas formas, cuando las anécdotas se explican pierden la gracia, no?

Feliz receso invernal para quienes recesan (y bueno, felices rezos para quienes rezan)

2 comentarios:

ammmm dijo...

Bueno Andrea, me parecio muy bueno tu blog, muy interesante y divertido...

Unknown dijo...

Colega:
Tengo otra confusión para confesar (confesar confusiones = confusar) , digna del ratón Hurgando. No voy a decir que me dí cuenta de mi error hace muy pocos días atrás... porque estaría diciendo la verdad, y eso sí que es un bajón.
En la primera estrofa de la canción "Vení Raquel" de "Los auténticos decadentes", dice algo así como "para mirarla de atrás, se daba vuelta toda la esquina". Para mi era EVIDENTE que la canción decía que se daba vuelta la esquina literalmente, como si aludiera a una clarísima personificación del espacio físico.
Verás que, para mi modo de ver las cosas, era más factible que los Decadentes hayan querido intelectualizar, poetizar o elevar las letras de sus canciones... antes que llevarlas a lo básico de la especie humana.
En fin, sólo me queda claro que despues de esto a Raquel la encararon en masa... lo que todavía no imagino, es como habrá hecho toda la esquina para disfrazarse de masa!
Rosario